Artículo: Registros de temperatura en toda la cadena fría
El monitoreo de temperatura en la cadena de frío es un tema que puede generar dolor de cabeza en cualquier proceso. Siempre vienen preguntas como «¿mis procesos están bien controlados?» o «¿se están siguiendo mis calificaciones?». Sólo hay una manera de garantizar las respuestas a estas indagaciones: ¡Registrar todo, siempre!
En el momento en que la mercancía sale de sus dominios todo puede suceder. Parece que no tenemos control de nada más. «¡Vamos a esperar que todo vaya bien!» es el pensamiento de la mayoría. Desafortunadamente, esta es la realidad. Tenemos que esperar que el camión llegue y en el momento justo. Esperar que la mercancía no se quede en tránsito por mucho tiempo. Esperar que la cámara fría del aeropuerto esté funcionando. En fin, son muchas variables que salen de nuestro control, y ¡no hay manera de garantizar todo el proceso! Pero si podemos medir y registrar todo lo que sucede.
La medición de temperatura es algo muy antiguo. La invención del termómetro se atribuye a Galileo Galilei, a finales del siglo XVI. En 1714, Fahrenheit inventó el termómetro de mercurio, utilizado hasta hoy para mediciones simples de temperatura. El termómetro de máxima y mínima fue creado en 1780, por el físico inglés James Six. Los registradores gráficos en papel empezaron a aparecer a mediados del siglo XIX, y la evolución para los registradores digitales (data loggers) ocurrió rápidamente a finales del siglo pasado. ¿Cómo es posible que, en el siglo XXI, haya quienes ‘registren’ temperaturas en planilla de papel todavía?
¡Los registradores (o data loggers) están cada vez más compactos y baratos! Las tecnologías como USB, WiFi, NFC, Bluetooth y 3G / 4G están a la mano de todos, permitiendo una infinidad de aplicaciones para el registro de temperatura. Es decir, estamos evolucionando para el monitoreo ‘on-line’, en cualquier momento y en cualquier lugar. ¡Pero todo tiene su precio! ¿Su proceso necesita todo eso realmente?
La frustración ocurre cuando deseamos mirar sólo al sistema más completo, aquel “online”: ¡o todo, o nada! – y al final nos quedamos con la vieja (e inconsistente) hoja de papel. Algunos pueden decir que los costos quedan afuera del presupuesto, pero no hay que ser así. Con un poco de coherencia, se descubre que la salida es dar un paso a la vez. En muchos procesos, lo simple es lo más adecuado. No es necesario más que un tag desechable para monitorear y registrar las temperaturas. Si posible, haga la logística reversa y reaproveche sus tags.
Si usted realmente necesita algo “online”, hay que considerar informaciones importantes. Primero, será más caro que cualquier otro sistema de registros. Asegúrese de que la información esté disponible en más de un local. Tener tan solo una computadora que supervisa el proceso y la registración de datos puede generar problemas. Tenga siempre un data logger en el medio del proceso, al menos como copia de seguridad, para los casos excepcionales. Las soluciones móviles tendrán que permitir servicios adicionales, tales como chip de datos 3G / 4G, servicios de alojamiento de datos y alojamiento en nube. Pero estamos hablando de entregas garantizadas, auditadas digitalmente, accesibles en cualquier momento y validadas. ¡Sí, lo que es alojado en la nube también puede ser validado! Pero esto es asunto para otro artículo.
Hay otras buenas soluciones en el mercado, intermedias entre lo simple y lo más complejo. Las tecnologías inalámbricas como el NFC, Bluetooth, Wifi y IEEE 802.15.4 tienen diversas aplicaciones y disminuyen considerablemente los costos de instalación. Los registros de datos con NFC o Bluetooth se comunican con smartphones, generando agilidad al proceso de recolección de datos. En estos casos, el smartphone es la interfaz, haciendo el transporte de los datos a la nube, sin que haya la necesidad del chip de datos 3G / 4G en cada dispositivo. Los tags con Wifi conéctanse fácilmente a las redes existentes, transportando datos sin la necesidad de grandes infraestructuras. El IEEE 802.15.4 ofrece una comunicación más robusta en distancias más largas, ideal para centros de logística y distribución.