IoT – sensores que facilitan nuestra vida

Ampliamente utilizado en el entorno industrial, el acrónimo IoT significa internet de las cosas, o en portugués, internet de las cosas. Pero, ¿cómo podemos definir qué son estas cosas? Son todo aquello que puede contribuir a que una determinada zona se conecte a internet y, así, envíe datos para que sean leídos y manipulados por el usuario. Obtenga más información sobre cómo IoT es una realidad cada vez más presente en la industria y en los hogares de las personas en este artículo del asistente de soporte de NOVUS, Leonardo Niederauer Cabral.

Ampliamente utilizado en la industria, el acrónimo IoT significa internet of things o, en español, internet de las cosas. Pero ¿cómo podemos definir qué son esas cosas? Ellas son todo lo que puede contribuir a que cierta área esté conectada a Internet y así, enviando datos para ser leídos y manipulados por el usuario.
Estos datos son leídos por sensores que convierten un estímulo cualquiera a una señal y contribuyen con un circuito electrónico conectado a Internet. Datos que pueden ser de distintos tipos y usados para innumerables funciones y que, después de obtenidos, serán manipulados y pueden ser muy útiles para el usuario.

Los sensores pueden ser de varios tipos y diferentes estímulos, tales como: acústico, eléctrico, magnético, óptico, térmico, mecánico y, conforme avance la tecnología, tendremos otros tipos de sensores en el mercado. Los más comunes son los sensores de proximidad, acelerómetro, temperatura y humedad.
Cada sensor tiene una aplicación y sentido determinado por el usuario, pero cuando algunos se combinan, tenemos un sistema complejo de adquisición de datos que se pueden grabar en la nube y ser utilizados en numerosas aplicaciones.

Sensores de proximidad

Los sensores de proximidad detectan movimiento, estímulo que puede ser utilizados, por ejemplo, en una tienda donde el vendedor puede utilizar el acercamiento de un cliente a ciertos productos y entonces enviar ofertas y cupones de descuentos directamente a su smartphone. De hecho, los sensores de movimiento ya están bastante presentes en nuestras vidas. Por ejemplo, cuando entramos en una habitación y la lámpara se enciende, es porque hay un sensor cuyo estímulo fue nuestro movimiento.
Uno de los más conocidos ejemplos de uso de este tipo de sensor son los estacionamientos de los shopping centers, donde una lámpara por encima de las plazas indica a la distancia si el espacio está ocupado por un coche o no. Es una solución de bajo costo si comparada con el uso de cámaras o empleados para indicar las vacantes disponibles. Además, es posible descubrir informaciones como la frecuencia de compradores, horarios más concurridos, comodidad de los conductores en saber cuántas vacantes tienen disponibles en aquel piso y varios beneficios comerciales, bastando al establecimiento saber utilizar los datos adquiridos.

Acelerómetros

Nuestros smartphones poseen un sensor muy curioso llamado acelerómetro, utilizado para detectar vibraciones, inclinación y aceleración lineal. Es gracias a este sensor que algunas aplicaciones cuentan nuestros pasos e informan la distancia recorrida de nuestra caminata diaria. Una aplicación muy común es
girar la pantalla del celular: el sensor detecta el movimiento de acuerdo con la sensibilidad de la gravedad. También sirve para orientar el GPS cuando está activado, conociendo así la posición correcta de nuestra dirección.

Los relojes inteligentes también utilizan el acelerómetro para saber los movimientos de ejercicios que hacemos y tener una medición más precisa de las calorías que quemamos cuando usamos esa tecnología. Futuramente, este tipo de sensor podrá ser utilizado en aparatos de gimnasio que mostrarán la quema de calorías necesaria para cada tipo de usuario y también obtener informaciones para efectivizar el uso de aparatos aeróbicos.

El uso de este tipo de sensor creció también en el área de la locomoción, donde es usado en patines y hovers para detectar el punto de equilibrio del usuario que está realizando el movimiento hacia adelante. El sensor detecta la inestabilidad en el punto de equilibrio y genera el movimiento de los motores de las ruedas. Esta tecnología está siendo muy innovadora, facilitando la vida de muchas personas en la locomoción y en el día a día.

Sensores de temperatura

Los sensores que pueden ayudar mucho en la eficiencia energética y consecuentemente en la economía de recursos naturales son los sensores de temperatura. Ellos auxilian el control de la temperatura de las salas y las casas enteras, haciendo que los aparatos de aire acondicionado funcionen adecuadamente, ahorrando energía y proporcionando que la cuenta de luz sea cada vez más barata.

Los tipos de sensores de temperatura más utilizados son las termo resistencias y los termopares, y sus diferencias varían según la aplicación, precisión y costo beneficio.

La termo resistencia funciona según el principio de agitación térmica de los metales compuestos por el sensor, es decir, con el aumento de la temperatura del medio hay el aumento de la resistencia eléctrica de la termo resistencia, por lo que poseen precisión superior a los termopares.

La medición de temperatura en los termopares se da a través de la unión de dos conductores metálicos diferentes y unidos en el extremo del sensor, creando un circuito. Con la diferencia de temperatura en la unión de los metales, acaba generándose una fuerza electromotriz, fenómeno conocido como Efecto Seebeck. En el caso de que se produzca un cambio en la temperatura del termopar, más grande será la energía cinética de los electrones, haciendo una diferencia de potencial eléctrico entre las extremidades del termopar, ocasionando la transformación de energía térmica en energía cinética y con ello la generación de tensión, por lo que puede ser medida.

Sensores de humedad

El sensor de humedad puede medir tanto el aire cuanto el suelo. Funciona midiendo la humedad relativa de una determinada área, modificando el nivel de carga presente en el condensador de la placa de circuito eléctrico. En la agricultura, el sensor de humedad del suelo se llama higrómetro y puede ser utilizado para revolucionar la plantación de alimentos.

La medición de la humedad es útil en las plantas para saber cuándo la misma está humedecida y por lo que se nutre para su crecimiento. El control puede ser realizado a través de una bomba de agua, accionada cada
vez que el sensor detecta un descenso en la humedad, y parando de bombear cada vez que llega a la humedad ideal.

La industria agrícola gana mucho con la utilización de este sensor porque cada tipo de planta puede ser regado según su necesidad, usando la cantidad de agua específica en la tierra, razón por lo cual esa aplicación es extremadamente sostenible, y ofrece más eficiencia en la plantación y economía de agua. Además, obviamente no es posible controlar la lluvia, pero podemos controlar el drenaje de la tierra.

Es posible concluir que los sensores son esenciales en el área de IoT para tener cada vez más sistemas inteligentes y dinámicos que nos ayuden en el día a día y también en la industria, haciendo los productos fabricados más baratos y con calidad superior a los que tenemos hoy. El uso de sensores también facilita el acceso a la información que es realmente importante, haciendo nuestra vida más práctica y mejor.