Registradores de datos NOVUS: aliados en busca de una cura para el COVID
La pandemia de Covid-19 ha puesto todos los ojos del planeta en el avance de la ciencia y el desarrollo de una cura para la enfermedad. Clínicas y centros de investigación de todo el mundo no han escatimado esfuerzos para buscar la vacuna para un virus que ha cobrado más de un millón de víctimas.
A principios de diciembre de 2020, el Reino Unido fue el primer país en aprobar el uso de una vacuna, desarrollada por las empresas farmacéuticas Pfizer y BioNTech, y en iniciar una campaña de vacunación que priorizó a los profesionales de la salud y los grupos de riesgo. Posteriormente, otros países europeos adoptaron el mismo sistema.
Sin embargo, hay un largo camino hacia la aplicación masiva. Hay que definir grupos prioritarios, garantizar el stock de insumos –como jeringas–, ofrecer capacitación a los profesionales y, por supuesto, asegurar que la logística de distribución y almacenamiento de las dosis se haga a la temperatura adecuada, para no alterar las propiedades del medicamento.
La mayoría de las vacunas, incluidas algunas que se están desarrollando y probando para tratar de contener el virus Sars-CoV-2, se pueden almacenar entre 2 ° C y 8 ° C. Sin embargo, la vacuna de Pfizer / BioNTech está hecha de ARN, una molécula que se degrada fácilmente y – por lo tanto – requiere más cuidados de almacenamiento: el inmunizador debe mantenerse a una temperatura inferior a -70 ° C durante el transporte, para que no pierda su eficacia.
La empresa creó su propio ultrafreezer, lleno de hielo seco, para distribuir el medicamento y mantener la temperatura adecuada. Pero ¿cómo podemos garantizar que esta temperatura tan baja se mantendrá en los congeladores de hospitales, centros de salud y clínicas de vacunación?
¡Los registradores de temperatura se vuelven más importantes que nunca!
El control de temperatura en el transporte y almacenamiento de medicamentos y vacunas es muy estricto. Varios países tienen regulaciones extensas sobre el tema, que a menudo requieren el mantenimiento de los datos registrados a lo largo de varios años o la garantía de que los sistemas digitales están protegidos contra invasiones.
NOVUS tiene una cartera considerable de registradores de datos, muchos de los cuales son adecuados y están certificados para su uso en la industria farmacéutica. LogBox Wi-Fi es una de esas soluciones. Ya utilizado en laboratorios y clínicas de todo el mundo, el LogBox Wi-Fi es un registrador de datos con conectividad Wi-Fi para hasta tres sensores, lo que permite una medición precisa de hasta tres rangos de temperatura.
Puede funcionar como un dispositivo IoT o instalarse en redes de TI existentes, como parte de un sistema de supervisión. Debido a su conectividad, permite monitorear y registrar datos de forma remota, dentro de instalaciones que cuentan con infraestructura de red Wi-Fi. Los datos se almacenan en la nube, y se pueden acceder de forma remota y centralizada a través de un teléfono inteligente o computadora.
La facilidad de uso y la instalación son aspectos destacados del dispositivo, que proporciona un registro de datos ininterrumpido, incluso en caso de corte de energía o pérdida de enlace, gracias a su batería de backup. Pero lo más importante es que el Wi-Fi LogBox cumple con los requisitos fundamentales para ser utilizado en la industria farmacéutica, ya que puede ser utilizado en sistemas validables, soportando la resolución FDA 21 CFR Part 11, a través del software de configuración y recolección de datos Nxperience Trust.
Sin duda la crisis generada por Covid-19 es uno de los retos más grandes del siglo XXI, pero esto acabó acelerando el desarrollo y la mejora de varias tecnologías, no solo en el área de la salud. Mientras los laboratorios y universidades unen esfuerzos en busca de una cura definitiva, los demás sectores de la industria buscan colaborar dentro de sus áreas de conocimiento y desempeño.