Causas y consecuencias de las pérdidas en los sistemas de suministro de agua

Según un estudio de 2020 del Instituto Trata Brasil, el 38,3% del agua potable y tratada se pierde en el camino desde las estaciones hasta los hogares de los ciudadanos, es decir, de cada 100 litros, 38 no llegan a su destino. Esto significa más de 7 mil piscinas olímpicas, valor que supera los R $ 11 mil millones. En un país donde las cifras de saneamiento básico aún están lejos de ser ideales, la cifra adquiere proporciones aún mayores.

¿Qué causa este enorme desperdicio?

La pérdida de agua es el desperdicio involuntario de agua potable que se produce de diversas formas en un sistema de suministro. Estas pérdidas tienen impactos negativos para toda la sociedad, ya que significa el desperdicio de una gran cantidad del líquido que sería consumido por la población.

La mayoría de las veces, son causadas por fugas en diferentes puntos del sistema de suministro, conexiones clandestinas e irregulares y por fallas de lectura o lecturas inexactas, producto de contadores de agua muy antiguos.

Los países que tienen un número bajo de pérdidas de agua son los que han invertido en medidores de agua más modernos. Además, utilizan equipos que identifican robos y orientan a su población sobre la necesidad de mantenimiento preventivo de las redes de abastecimiento.

Hay dos situaciones de pérdida de agua:

Pérdidas físicas o reales: volúmenes de agua que no se consumen, ya que se perdieron durante el trayecto entre las plantas de tratamiento de agua a los clientes. Estas fugas se producen, principalmente, por el desgaste de las tuberías. Pueden ser visibles, que aparecen en la superficie del pavimento y aceras; o no visibles, que no aparecen en la superficie y cuya ubicación depende del uso de equipos que escanean las redes.

Pérdidas no físicas o aparentes: agua que se consume, pero los volúmenes no son contabilizados por la distribuidora, principalmente por irregularidades, como fraudes y conexiones clandestinas y submedición de contadores de agua. La porción de pérdidas no físicas representa principalmente una pérdida en la facturación de la empresa de saneamiento, no equivalente a la pérdida física de agua.

Todas estas pérdidas tienen varios impactos negativos, ya sea en la sociedad, en el medio ambiente, en los ingresos de la empresa e incluso en las inversiones necesarias para mejorar el saneamiento.

Sin embargo, es posible reducir la tasa de pérdidas y colaborar con la economía y el medio ambiente. Para ello, se deben adoptar estrategias que combinen acciones de mejora de la gestión y técnicas (ampliación de infraestructura) que permitan romper los paradigmas en relación a las dificultades comúnmente señaladas por las empresas de saneamiento básico.

Al reducir las pérdidas, todos ganan:

La sociedad, la empresa de saneamiento y la naturaleza. Los principales beneficios indicados y esperados con la reducción de pérdidas son:

  1. Aumento de los ingresos, con la reducción de las pérdidas comerciales;
  2. Disminución de costos – con disminución de pérdidas físicas;
  3. Disminución de las tasas de enfermedades contraídas por agua contaminada a través de robos y conexiones clandestinas.

¡Conozca aquí las buenas prácticas para evitar pérdidas de agua!

 

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