Cómo minimizar los riesgos en los sistemas de distribución o tratamiento del agua

Un estudio publicado en 2017 por Kemira, una industria química finlandesa muy importante en el mercado, muestra que el 80 % de los mayores retos a los que se enfrentan las empresas de distribución y tratamiento de agua están relacionados con una mala gestión de las operaciones. Los datos se obtuvieron mediante varias entrevistas con operadores de servicios públicos y privados.

Es sabido que las infraestructuras de plantas y redes de distribución de agua y tratamiento de aguas residuales generan los mayores costes de la operación y exigen una amplia zona de cobertura. Además, hay que considerar la sensibilidad de los componentes para hacer frente al flujo altamente variable de líquidos y residuos. Por lo tanto, para que la operación sea económicamente viable a largo plazo, la infraestructura debe ser duradera.

Examinando la dinámica de flujo en las EDAR y en la distribución del agua

Para que una operación de saneamiento o distribución de agua sea rentable, hay que tener en cuenta los principales puntos débiles. De este modo, es evidente que la propia estructura de distribución o recogida de los líquidos es la base del negocio y el recurso más sensible.

Independientemente del tamaño de la red, el mercado entiende que hay un porcentaje de pérdidas inherente a este tipo de operaciones. Sin embargo, este pequeño problema es escalable y puede crecer exponencialmente, causando un fuerte impacto en los costes de mantenimiento de la empresa.

La solución del exceso de pérdidas en la distribución de agua y el tratamiento de aguas residuales está directamente relacionada con cuestiones estructurales. Teniendo en cuenta el flujo dinámico, especialmente en la captación para el tratamiento de aguas residuales, la elección de los equipos y los materiales tiene una influencia directa en la sostenibilidad de la empresa.

Aumento de la fiabilidad de la estructura de saneamiento y distribución del agua

Para evitar pérdidas excesivas, es necesario invertir en productos de alta fiabilidad en diferentes puntos de la red. Además de construir y planificar según las especificidades topográficas de la región, deben utilizarse equipos y materiales de alta calidad.

Para ser utilizados en este tipo de entornos, los sensores de presión y caudal, por ejemplo, deben ser robustos y eficaces. Es importante reforzar el modo en que las especificidades de las redes de recogida y distribución de agua influyen en la evaluación de los riesgos de mantenimiento de los servicios a corto, medio y largo plazo.

Sin garantías sobre la calidad de los materiales y la precisión, los sensores no aptos para este segmento de la industria requieren una sustitución constante. La calibración de los equipos también interfiere directamente en su eficacia, por lo que la fiabilidad de los productos es muy importante.

NOVUS dispone de sensores como el transmisor de presión NP640, que puede configurarse y recalibrarse completamente en el punto de instalación. El transmisor tiene una versión con el elemento sensor mojado hecho 100 % de acero INOX 316, lo que lo hace particularmente eficaz para las actividades de saneamiento, especialmente para las aplicaciones de aguas residuales. Cuando se utilizan junto con el Loop View (Indicador Loop de Corriente), los equipos funcionan como un solo manómetro digital.

Otra ventaja es la posibilidad de establecer varios rangos para el NP640, lo que permite utilizar el mismo producto en diferentes aplicaciones. Su rango de medición es de 3:1, sin pérdida de precisión. Tiene una respuesta dinámica de menos de 30 ms y un anillo de sellado de FKM (Viton ©).

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